El Barcelona está preparado para refundar su hegemonía

Por lvar Matusevich

Cuando José Mourinho aceptó que el Barcelona fue el mejor equipo del mundo los últimos 20 o 30 años, se quedó corto, porque lo fue de la historia. Ahora es tiempo de refundar la hegemonía.

Leo Messi cumplirá 26 años el próximo 24 de junio, edad justa para sentirse y elevarse como líder total y absoluto  del próximo lustro blaugrana. Por tanto, mantener la hegemonía culé en Europa y el Mundo se antoja mucho más que una quimera, pero los retoques han de ser severos y efectivos.

Dicen los sabios que la diferencia entre tozudez y convicción es simplemente el éxito. Si te empecinas en una decisión y sale bien, tu fe en tu ideal es el faro de tus días. Sin embargo, si por el contrario el destino o el error te hacen morder el polvo de la derrota, el ideario se transforma en capricho, síntoma como ningún otro, de la estrechez mental.

Ahora bien, ¿quién la tiene tan larga como para limitar el matiz? Un tarado u opinólogo como yo y sus sucedáneos, que los hay muchos y bien pagados, con unos u otros principios, según el gran Groucho Marxque, sin saberlo, caricaturizó a todos los veletas del mundo hace más de sesenta años.

Una vez salidos de la perogrullada que os conté en tres párrafos, decir que el Barcelona por dogma, fe, convicción o tozudez, ha sido un insistente y crédulo reincidente en errores que una sola vez intentó arreglar Guardiola con Chygro y que, como a partir de allí, se siguieron sucedieron los títulos y las sinfonías, todo se exculpó. Pero los síntomas de debilidad y las lágrimas provocadas en cada córner o pelota cruzada por el aire, tampoco se ausentaron.

Los enanos y geniales exponentes del mejor fútbol que un servidor vio, fueron perfectos -casi siempre- durante cinco años, pero el desgaste físico y las lesiones fueron mermando de tal modo la retaguardia que ni Fontásy Muniesa –ambos con cruzados rotos en el momento de dar el salto definitivo- o Bartra –pocos minutos- pudieron suplir a Puyol, la tragedia de Abidal o los resfriados de Mascherano.

Por tanto, si el Barcelona quiere seguir siendo el mejor en los números, además de en las sensaciones y el mensaje, está obligado a fichar un crack sin la menor ambigüedad. Hummels es muy bueno y “muy Piqué”, pero el crack es Thiago Silva. ¿Lo dejarán fichar Mendes y Mourinho? ¿Se dará cuenta Rosell que hace falta algo más que heredar el camino marcado por Laporta, Txiki, Pep y Tito?

Así pues, no nos queda más que esperar que los retoques sean efectivos y que si el Real Madrid quiere interponerse entre Neymar y el Barcelona, bien se puede esperar, cobrar la burrada que perdería Florentino eir a por dos centrales y Sergio Agüero. Que en Chamartín aprendan de una puta vez que si la pelotita no entra, los efectos mediáticos se transforman en flatulencias.

En otro orden de cosas quiero partirme el pecho por la reserva espiritual del Barcelona y el mejor volante mixto del mundo: Cesc Fàbregas. Basta de tonterías que cuando el chaval se fue, en el Barcelona jugaban los Bogarde, así que pelota al piso y a disfrutar del 4 culé, un fenómeno en todos los sentidos del juego.

Por tanto, creo que a pesar de los errores se gana la liga contundentemente, los partidos perdidos han sido todos por cuestiones físicas y contra el Chelsea o el Inter se cayó en semis por mala suerte y goles ilegales.Lo conjetural no se puede remediar, pero el resto, el paso hacia la próxima gloria, depende de un par de refuerzos porque D10S es argentino y juega en el Barcelona.