¿Quién no ha soñado con ser entrenador del Barça? Hoy me
desperté con ese sueño. En el sueño, seme presentaba el problema de cómo enfrentar
al Madrid el próximo martes, ¿dejo a dos defensa marcadores (Pique y Puyol)?
asumiendo riesgos en los contraataques del Madrid, ¿dejo una línea de tres
defensas fijos atrás? ¿A qué lateral no dejo que suba al ataque en la banda? Así
pase la noche, dando vueltas al problema defensivo, y dando más vueltas en la
cama que un molino de viento. Cuando desperté, tome la decisión como “entrenador”,
de mantener la filosofía tradicional del Barça, es decir, lo mejor es no cambiar
nuestra manera de jugar, si hay que morir, mejor siendo fiel a lo que nos ha
dado tantos triunfos.
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