El Barça goleó al Málaga en una tarde mágica marcada por el adiós de Éric Abidal... y por dos nuevos récords: uno de puntos y otro de goles (4-1)
El Barça igualó la histórica marca de 100 puntos en la Liga lograda por el Real Madrid la temporada pasada y terminó el campeonato con115 goles a favor, superando así el máximo registro culé (114) hasta la fecha.
Todo esto quedó en segundo plano ante el sentido homenaje que la 'gent blaugrana' le dedicó a uno de sus héroes: Éric Abidal. El defensa galo, que dejará el club este verano, se despidió del Camp Nou jugando el último cuarto de hora de un duelo plácido, y que se decidió con tres rápidos goles de Villa, Cesc y Montoya... y otro más de Iniesta tras el descanso (4-1).
El Barça sentenció el partido de forma fulminante poniendo el broche de oro a una Liga en la que no ha tenido rival. Tito Vilanova sorprendió a todos dejando a Valdés en el banquillo en el que pudo haber sido, si se marcha este verano, su último partido como azulgrana. En su lugar entró Pinto, pero el once deparó pocas sorpresas más, ya que el Barça, pese a jugarse sólo los récords, presentó un once con casi todas sus 'vacas sagradas'. Sólo faltaron Alves y Messi, debido a sus incorporaciones con Brasil y Argentina, respectivamente. En su lugar entraron Montoya, como lateral diestro, y Cesc, de 'falso 9'. Y los dos fueron determinantes.
El público todavía estaba tomando asiento en el Camp Nou cuando el Barça soltó su primer zarpazo. A los tres minutos, un formidable pase en profundidad de Iniesta dejó a Pedro solo ante Willy Caballero. Y el canario, generoso, cedió el balón a Villa, que convirtió su regalo en gol, a puerta vacía (1-0, 3').
El crack de Fuentealbilla dio un recital de clarividencia participando en casi todos los goles del Barça. Sus pases y su movilidad llevaron de cabeza a la zaga malacitana. En el segundo, combinó haciendo la pared con Cesc, que culminó una gran acción individual 'fusilando' a Caballerodesde la media luna del área (2-0, 13').
Montoya se sumó al recital estrenándose como goleador con el primer equipo apenas dos minutos después. Un golazo que podría haber firmado el mismísimo Daniel Alves. Su volea desde el vértice del área a la salida de un córner fue, simplemente, espectacular (3-0, 15').
Cuando el Málaga intentó reaccionar ya era demasiado tarde. Sus primeros avisos ante la portería de Pinto llegaron pasado el minuto 20, en sendos remates de Isco y Toulalan, y a la media hora, por mediación de Baptista.
Cesc reclamó penalti tras ser víctima de un claro manotazo de Eliseu en el área en el 25'. Pero el marcador ya no varió hasta después del descanso.
Andrés Iniesta puso la guinda a su partidazo logrando el 4-0 nada más comenzar la reanudación (51'). El '8' del Barça sacó a relucir su faceta de 'cañonero' batiendo a Caballero con un tremendo 'misil' desde unos 20 metros. Poco después, en el 55', abandonó el terreno de juego entre aplausos al ser sustituido por Thiago.
El Málaga acortó distancias con un bonito tanto de Morales, engatillando una volea imparable ante Pinto (4-1, 56'). Y, a partir de ese momento, Abidal acaparó todas las miradas del Camp Nou.
La 'gent blaugrana' empezó mostrando su cariño a Abidal dedicándole una atronadora ovación en cuanto salió a calentar en el 60'. Y en el 75, se desató el delirio. El francés entró en sustitución de Piqué y el público le recibió poniéndose en pie, aplaudiendo a rabiar y dedicándolecánticos de 'Abi, Abi'. Una ovación a la que se sumaron sus compañeros en un momento emotivo y lleno de magia, y que se repitió cada vez que el '22' tocó el balón.
Pinto evitó el segundo del Málaga con varias intervenciones de mérito. Entre ellas, dos consecutivas de Baptista y Morales, en el 79'.
El partido estaba decidido desde hacía tiempo, y en ese momento el Camp Nou tenía puestos todos sus sentimientos en Éric Abidal. El acto que se le dedicó tras el pitido final en el centro del campo fue de los que ponen la piel de gallina. El 'gracias, Abi' fue unánime. Un clamor.
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