Con ‘El Mohicano’ atado, las preocupaciones de los técnicos pasan por reforzar el maltrecho eje de la defensa
El fichaje de Neymar está cerrado. El Barça 2013-14 ya tiene atado a su primer gran refuerzo, aunque no será el único. La llegada del delantero del Santos ha centrado la mayor parte de los esfuerzos económicos y diplomáticos de la dirección deportiva, pero el capítulo de casos pendientes se intuye largo y tortuoso. Con el 'Mohicano' rumbo al Camp Nou, Vilanova y Zubizarreta dirigen el punto de mira hacia el eje de la zaga. El segundo gran objetivo debe ser un central de garantías. Y ahí los problemas crecen sin parar.
El número uno, Thiago Silva, se ha convertido en un reto imposible. Las exigencias económicas del defensa del PSG parecen insalvables y los argumentos esgrimidos por los negociadores no han seducido a un futbolista que percibe alrededor de nueve millones de euros por temporada libres de impuestos y garantizados pese a los cambios fiscales en Francia. Una cifra que el Barça no abarca bajo ningún concepto.Hasta la fecha, Thiago Silva no ha traducido sus deseos deportivos en rebajas económicas. La barrera es más que notable, hasta el punto que Tito y Zubi arrojan la toalla. La dirección deportiva ha recuperado sus planes alternativos a expensas que el central del PSG dé un paso al frente, modere sus emolumentos y se ponga a tiro. Hoy por hoy, fichaje inviable.
La lista de centrales sensibles de vestir como blaugranas es extensa, pero las opciones que se barajan en los despachos de la Ciutat Esportiva no va más allá de un par o tres de nombres. Con el paso de los días, Marquinhos y David Luiz han ganado terreno. El brasileño de la Roma encandila por su velocidad y madurez pese a sus 19 años recién cumplidos. Es la apuesta de futuro, aunque tal y como está el mercado se contempla como un recambio de garantías que bien se merece un voto de confianza. Si la Roma supera sus reticencias a vender, Marquinhos genera consenso.
En el caso de David Luiz, no deja de tener su gracia que la llave de la operación puede estar en manos de Mourinho. En Inglaterra insisten en que el portugués ha dado el visto bueno a un traspaso. Con el futbolista en el mercado, el precio se convierte en más razonable.
La figura de Kompany se encuentra rezagada. En las últimas horas el belga ha asegurado que no se moverá del City, pero las puertas están abiertas y atentas a una posible oferta.Se le considera solvente y experimentado, pero no un crack en toda regla. A todo esto se insinúa que quedarían dos nombre más en lista de espera.
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