Victoria de líder
Un excelso Barça se lleva los tres puntos
merecidamente ante un defectuoso Valencia gracias a un majestuoso y solitario
gol de Adriano en la primera mitad
Rotaciones y más rotaciones. Premisa habitual de Tito
Vilanova desde el inicio de su legado azulgrana. Con un objetivo claro, evitar
a toda costa desconexiones temporales de la zaga como las del Bernabéu. Ante el
Valencia, Tito optó por colocar a Alex Song en lugar de Sergio Busquets y a
Cesc Fàbregas en detrimento del recién galardonado como mejor jugador de la
UEFA, Andrés Iniesta.
En los compases iniciales, el camerunés demostró que
la intensidad es una de sus virtudes, justo la característica que más
favorablemente se adecua al esquema de juego del Barça de Tito. Además, aporta
con el balón en sus pies, una salida cómoda para el equipo. Un paciente Barça
empezó a jugar al “parabrisas” con un Valencia amedrantado que pareció, por
momentos, un muñeco en manos de un niño. Pedro y Dani Alves fueron los primeros
en avisar de que para nada iban a especular y obligaron a Diego Alves a lucirse
en sus dos primeras actuaciones.
ADRIANO, EL FACTOR SORPRESA
A partir del ecuador de la primera mitad, apareció
Messi. Los genios nunca fallan y esa delicadeza inaudita que caracteriza a los
más grandes le hizo aparecer para activar al Barça. Un eléctrico Pedro,
acompañado por un trabajador y más que correcto Alexis, empezaron a generar
cada vez más peligro en la meta valenciana hasta que una rocambolesca jugada
acabó en los pies de Adriano que, con una espléndida rosca desde la esquina del
área grande, consiguió colocar la pelota justo en la bisección de los palos de
la portería de Alves.
Justo en ese instante, el Valencia comenzó a tener
problemas para mantener la compostura defensiva y perdió esa corrección que le
impone Mauricio Pellegrino a su equipo esta temporada. Desde la zona técnica,
los aspavientos del argentino fueron 'in crecendo' viendo como el juego azulgrana
empezaba a fluir como antaño con posesiones abismales y con esa sensación
característica de peligro cuando Xavi ordena jugar en tres cuartos del campo.
El encuentro se fue al descanso con una renta mínima para el Barça, a pesar de
contar con muchas ocasiones y, sobre todo, evitando cualquier disparo a puerta
de un Valencia en el que no habían aparecido ni los Soldado, Guardado o Jonás.
LA POSESIÓN, EL ANTÍDOTO PERFECTO
En la reanudación, por problemas musculares entró en
el FC Barcelona Jordi Alba en lugar de Dani Alves pero el guion era el mismo.
Un Barça asfixiante dominando a un atónito Valencia que no podía hacer nada más
que esperar a que el reloj del Camp Nou llegase a los 90 minutos.
Adriano continuó siendo, sorprendentemente, uno de los
más participativos en el ataque azulgrana a pesar de que el Valencia empezaba a
sacar las orejas. Un gol bien anulado a Víctor Ruiz fue lo más próximo que
estuvo el conjunto ché de igualar la contienda. Tras esto, un gris y
desacertado Cesc, alentado durante todo el encuentro por Messi, fue sustituido
por Andrés Iniesta.
Cuando el manchego esta sobre el césped, el Barça
respira mejor. El oxígeno de las eternas posesiones de balón, hacen que el
Barça fluya como una máquina bien engrasada. Y cuando eso sucede es,
prácticamente imposible, parar a los de Tito.
Pellegrino lo intentó dando entrada a Gago, Jonathan
Viera y Valdez en los minutos finales, pero el Valencia estaba muy lejos de
poder conseguir algo parecido a una ocasión con una disposición táctica más
bien conservadora e incomprensible mirando al luminoso.
En los minutos finales, Busquets suplió a Alexis y el
Barça readaptó el sistema con un Song más retrasado y Busquets jugando de
interior. Víctor Ruíz dio un gran susto en el tiempo de descuento que bien
habría podido suponer un empate con un cabezazo que se marchó alto en una
salida comprometida de Valdés. Jonás lo intentó también desde lejos pero el
partido ya no dio para más.
El Barça suma tres puntos. Tras tres jornadas ya es
líder. En solitario. El conjunto de Tito Vilanova empieza a carburar y vuelve a
jugar como antaño. El Madrid mira desde lejos, desde la distancia.
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